Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

sábado, 23 de abril de 2011

Eichmann en Jerusalén: Un juicio a la banalidad del mal

Domingo 17 de Abril de 2011
Juan Ignacio Rodríguez Medina
Ricardo Klement volvía a su hogar en Buenos Aires después de otra rutinaria jornada de trabajo. Eran las seis y media del 11 de mayo de 1960. Bajó del bus, dio algunos pasos y fue abordado por tres hombres que lo apresaron y lo subieron a un auto en el que lo llevaron a una casa a las afueras de la ciudad. Cuando los secuestradores le preguntaron quién era, Klement respondió: “Soy Adolf Eichmann. Ya sé que estoy en manos de los israelitas”.
Se trataba del mismo teniente coronel de las SS que había estado a cargo de toda la logística para transportar a millones de judíos hacia los campos de concentración donde serían exterminados por el régimen nazi. Días después de su secuestro, Eichmann fue trasladado al aeropuerto de Ezeiza —vendado, bajo efectos de sedantes y con un pasaporte falso—, donde abordó un avión de El Al (la aerolínea nacional de Israel) que lo puso en territorio hebreo para enfrentar un juicio por “crímenes contra el pueblo judío, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra” (el episodio motivó una grave crisis diplomática con Argentina, que juzgó el secuestro como una violación a su soberanía). El proceso se inició el 11 de abril de 1961 y terminó el 31 de mayo de 1962 con Eichmann en la horca.
Hoy el mundo conmemora cincuenta años de dicho litigio con exposiciones en París, Berlín y Jerusalén que muestran imágenes, documentos y pertenencias que reconstruyen diversos momentos de la trayectoria de Eichmann, incluido el juicio en Israel.


El juicio de Arendt
Cuando supo la noticia de la captura de Eichmann, Hannah Arendt —la reconocida filósofa judío-alemana autora de “Los orígenes del totalitarismo”— se contactó con William Shawn, editor del “New Yorker”, para ofrecerse como reportera del juicio. Shawn aceptó y el resultado de esa experiencia apareció en febrero y marzo de 1963 en la revista norteamericana y luego —en mayo del mismo año— se publicó como libro bajo el título de “Eichmann en Jerusalén” (corregido y aumentado en 1964).
Tanto María José López —académica del Departamento de Filosofía de la Universidad de Chile— como Miguel Vatter —del Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales— destacan que el juicio a Eichmann y la reflexión de Arendt sobre el mismo abren el camino hacia la comprensión de un nuevo tipo de crimen, a saber, aquel que se comete contra la humanidad, más allá de las filiaciones nacionales o raciales. Dice Vatter: “Creo que su tesis es que lo monstruoso de este crimen, antes incluso de ser un problema racista, es que se le decía a una parte de la humanidad que no tenía lugar en el mundo”. Complementa López: “La visión de Arendt deja ver cuestiones que desde la reflexión acerca de la experiencia moral contemporánea son importantes: qué clase de crímenes son los que comete el Estado en un sistema totalitario, por qué motivos se cometen. Una responsabilidad que a diferencia de la culpa no es sólo de quienes mataron o torturaron, sino también de aquellos que callaron, que miraron para el lado, que no quisieron ver”.
La obra le significó a Arendt un durísimo enfrentamiento con sectores judíos. Según narra Elisabeth Young-Bruehl en “Hannah Arendt. Una biografía” (Paidós, 2006) se volvieron en su contra el consejo de Judíos de Alemania y la Liga Anti-Difamación. El rabino Gerschom Scholem la acusó de tener poco “amor al pueblo judío”. En la Universidad de Chicago muchos profesores la evitaban. El fiscal del caso Eichmann, Gideon Hausner, llegó a Nueva York para “responder a la estrafalaria defensa de Eichmann llevada a cabo por Hannah Arendt”. Se dijo que “había traicionado a los judíos”, que su lenguaje era “diabólico”, que era una “judía que se odiaba a sí misma”. Se la colocó entre los “enemigos” de las víctimas, se habló de “pseudo profundidad”, se la calificó como “la Rosa Luxemburg de la inanidad”. Hasta se cuestionó su capacidad científica (“la señora Arendt no transmite información digna de confianza”).
¿Por qué tanta beligerancia? Primero, porque Arendt hablaba de los tratos entre los nazis y los Consejos judíos europeos para salvar a algunos de los suyos en los siguientes términos: “Condujo a una situación en la que la mayoría formada por los judíos no seleccionados se encontrara inevitablemente enfrentada con dos enemigos: las autoridades nazis y las autoridades judías”. Segundo, porque criticó la “espectacularidad” del juicio y su inclinación a lo emotivo antes que a los hechos. Tercero —y desde una perspectiva filosófica es esto lo más importante—, porque llegó a una conclusión chocante respecto del actuar de Adolf Eichmann y muchos de los que vivieron al alero del nazismo: se trataba de un mal superfluo, banal. Eso generó escándalo: ¿Cómo podía ser banal el crimen nazi?
“Deberás matar”
Cuando Arendt vio por primera vez a Eichmann en el tribunal pensó que se trataba de un hombre “ni siquiera siniestro”. Una impresión que corroboraría a lo largo del juicio: contra lo que ella misma pudo pensar, no era un monstruo, no había nada excepcional o grande en él, era un hombre normal, tal vez inquietantemente normal. Obediente. Un hombre que en la “debacle moral” alemana se sumió en la inversión valórica, en la nueva normalidad que ahora decía: “Deberás matar”, “deberás mentir”. Eichmann —descubrió Arendt— era incapaz de pensar.
María José López habla de “un criminal burocrático”, con motivaciones banales: (“cumplir con su deber”, “caerle bien al jefe”): “Esto es lo que impresiona a Arendt y lo interpreta como una “incapacidad para pensar”, incapacidad de una reflexión crítica del entorno, de saber dónde y en qué se está, de orientarse en el mundo”. Vatter agrega: “Arendt insiste en el hecho de que este señor estaba siguiendo la regla de una manera ciega. Aparece un gran problema, el problema del juicio. El momento de la aplicación de la regla, de entender qué regla voy a aplicar y cómo en esta determinada situación, ese es el juicio”.
Tómese como prueba de la banalidad de Eichmann dos reacciones suyas. La primera, antes de ingresar a las SS, la tuvo cuando en su trabajo (era vendedor) lo trasladaron de ciudad: “El trabajo dejó de gustarme, perdí el interés en concertar ventas, en visitar a los clientes”. La segunda ocurrió a mediados de 1941, cuando su superior lo cita para informarle que “el Führer ha ordenado el exterminio físico de los judíos”. ¿La reacción de Eichmann? “Lo perdí todo, perdí la alegría en el trabajo, toda mi iniciativa, todo mi interés”. En ambos casos, eso era todo lo que le preocupaba.
Sí, el nazi Adolf Eichmann era banal, pero también culpable, en ello Arendt no duda y por eso ensaya una sentencia: “Del mismo modo que tú apoyaste y cumplimentaste una política de unos hombres que no deseaban compartir la tierra con el pueblo judío ni con ciertos otros pueblos de diversa nación, nosotros consideramos que nadie puede desear compartir la tierra contigo. Esta es la razón, la única razón, por la que has de ser ahorcado”.
Eichmann —muestra la autora— era un hombre lleno de clichés y frases hechas. Incluso frente a su propio final. Dijo que no creía en una vida después de la muerte, para —enseguida— agregar: “Dentro de muy poco, caballeros, volveremos a encontrarnos. Tal es el destino de todos los hombres. ¡Viva Alemania! ¡Viva Argentina! ¡Viva Austria! Nunca los olvidaré”.
De ahí la conclusión de Arendt: “Fue como si en aquellos últimos minutos resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible banalidad del mal, ante la que las palabras y el pensamiento se sienten impotentes”.

sábado, 16 de abril de 2011

¿Quién creó el eurocomunismo?

Por
César Vidal

Durante los años setenta el panorama político europeo se vio sacudido por la aparición de un fenómeno conocido como eurocomunismo. Propugnado por Enrique Berlinguer, secretario general del PCI, inmediatamente fue asumido por el PCE dirigido a la sazón por Santiago Carrillo y el PCF de Georges Marchais.


Supuestamente, el eurocomunismo era una nueva clase de comunismo que aceptaba las reglas del juego, que se mantenía distanciado y crítico respecto de la URSS y que pretendía avanzar hacia el socialismo de manera pacífica y escrupulosamente democrática. Pero, en realidad, ¿quién creó el eurocomunismo?


Durante los años setenta del siglo pasado Enrico Berlinguer fue contemplado como un referente obligado de las izquierdas europeas. Fundador de una corriente que se presentaba como renovadora en el seno de los partidos comunistas el denominado eurocomunismo, formalmente abogaba por el mantenimiento de las libertades democráticas e incluso por la permanencia de Italia en la NATO. Berlinguer había nacido en 1922 y, de manera que encontraba paralelos en otros dirigentes de partidos comunistas mediterráneos, pertenecía a una familia noble de Sassari, Cerdeña. Durante su juventud fue seguidor de Palmiro Togliatti, uno de los fundadores del PCI e importante funcionario de la Komintern. Togliatti había desempeñado entre otras misiones la de controlar a las Brigadas internacionales en España y contaba no sólo con una enorme experiencia en tareas propagandísticas y represivas sino también con unas excelentes relaciones con Stalin. Bajo su sombra mentora, Berlinguer se afilió al PCI en 1944 y comenzó a dar sus primeros pasos en política.


La intervención aliada impidió que en la inmediata posguerra los partidos comunistas llevaran a cabo golpes de estado en Francia e Italia similares a los ejecutados en las naciones del este de Europa. Con todo, el peso de los PCs continuó siendo muy considerable en los dos países citados. Siempre al amparo de la vieja guardia stalinista, Berlinguer fue desempeñando durante los años cincuenta distintos puestos de importancia hasta que en 1969 fue elegido vicesecretario general del PCI con Luigi Longo. Tres años después sucedió a Longo como secretario general e inició una nueva estrategia que recibió el nombre de eurocomunismo. La misma fue aceptada prontamente tanto por el clandestino PCE de Santiago Carrillo que llegaría a escribir un libro titulado Eurocomunismo y estado explicando la aplicación práctica de la teoría como por el PCF de Georges Marchais, a la sazón el partido de izquierdas más importante de Francia.



El eurocomunismo resultó extraordinariamente sugestivo porque se despojaba del lenguaje leninista siquiera en parte e incluso pretendía mantener una notable distancia de la política soviética. Por ejemplo, en marzo de 1975, en el curso de un abortado golpe de estado de la derecha en Portugal, Berlinguer se permitió criticar públicamente al partido comunista portugués por estar demasiado inclinado hacia las posiciones de la URSS. En 1976, fue más lejos incluso al señalar que Italia debía permanecer en la NATO ya que ésta garantizaba el "socialismo en libertad, el socialismo de una clase pluralista".



Este enfoque indiscutiblemente hábil no tardó en rendir dividendos a un PCI que había logrado polarizar a la sociedad italiana en torno a una Democracia cristiana cada vez más corrompida y un hegemónico partido comunista que había aniquilado prácticamente al socialista. En 1979, Berlinguer fue elegido miembro del parlamento europeo en una época en que, por primera vez en la historia, un partido comunista se colocaba a la cabeza de las demás fuerzas políticas y parecía a punto de llegar al poder de forma democrática. Cinco años después el 11 de junio de 1984 se produjo el mayor éxito de Berlinguer al ser el PCI el partido más votado en Italia durante los comicios europeos. Si no llegó a disfrutar de esta victoria se debió al hecho de que había muerto seis días antes.



Todos estos acontecimientos tenían paralelos bien diversos en otros países. Mientras el PCF mantenía en buena medida su peso político y formaba parte de los gabinetes socialistas, el PCE entraba en una crisis de la que nunca emergería. En los tres casos, al fin y a la postre, se produjo un verdadero seísmo cuando menos de una década antes del final del siglo XX tuvo lugar el colapso de la URSS. A cierta distancia ya de los tiempos dorados del eurocomunismo cabe preguntarse por su verdadera naturaleza y, sobre todo, por su auténtico origen. ¿Se trató realmente de un movimiento de renovación política que pretendía democratizar a los partidos comunistas? Ciertamente así lo creyeron centenares de miles quizá incluso millones de militantes y votantes. La realidad histórica, sin embargo, fue muy distinta.



Recientes revelaciones de antiguos agentes soviéticos obligan a pensar que simplemente se trató de una estrategia encaminada a la conquista del poder en sistemas democráticos y cuyos dirigentes nunca creyeron de corazón en la aceptación de la democracia occidental más allá de algunos gestos formales. Anatoly Golitsyn, antiguo oficial de Estado mayor del KGB, ha señalado así que en todo momento la relación entre los impulsores del eurocomunismo y Moscú fue muy estrecha y que sólo se utilizaba la nueva doctrina política como una manera de allanar el camino al poder acallando los temores del electorado más moderado. Golitsyn subrayó asimismo que, en el caso del PCE por ejemplo, se acentuó más todavía la fachada de moderación precisamente para intentar borrar el recuerdo del papel acentuadamente represor de este partido durante la guerra civil española, un papel ejercido sobre poblaciones civiles como fue el caso de las matanzas de Paracuellos e incluso sobre fuerzas de izquierdas como el marxista POUM o la anarquista CNT.

Con todo, la distancia que separaba al PCE de la llegada al poder permitió utilizarlo en la campaña anti-NATO de una manera que hubiera resultado impensable como así se vio en el caso del PCI que, en apariencia, podía alcanzar el gobierno con relativa facilidad.


El testimonio de Golitsyn sería confirmado por Dorofeyev, uno de los principales expertos soviéticos en asuntos italianos. Comentando las conocidas afirmaciones de Berlinguer sobre el "socialismo en libertad", Dorofeyev insistió en que la palabra "libertad" no era interpretada de la misma manera por el PCI que por sus posibles aliados y que, por lo tanto, no debía creerse que iban a producirse cambios en los objetivos finales de los distintos partidos comunistas. Éstos, en todos los casos, seguirían una estrategia leninista, algo que no quedaba desmentido por el hecho de que no se hiciera referencia a la "dictadura del proletariado" ya que el mismo partido comunista de la URSS la había eliminado en su programa de 1961.


A juzgar por la propia documentación soviética, el eurocomunismo no fue una creación brillante y lúcida de Berlinguer sino un producto cocinado en los despachos del KGB. No es amigo el autor de estas líneas de adentrarse en el tortuoso terreno de las ucronías pero lo cierto es que, a juzgar por estas informaciones, si los eurocomunistas hubieran accedido al poder, el resultado no habría sido la consagración de la democracia sino la búsqueda de su transformación en un régimen similar a las dictaduras del este de Europa.

Fuente

Otro recurso

De los judios al mundo

El director del Seminario Teológico Judío, Joan C. Vogin, cuenta los verdaderos orígenes de los más prolíficos judíos que cambiaron al mundo en diversos campos como la física, la industria cinematografía, las artes y las ciencias.

La familia Roosevelt era judía y provenía de Holanda. Llegó a Nueva York en 1682 (originalmente nombrado Claes Rosenvelt antes del cambio a Nicholas Roosevelt). Sarah Delano, la madre del Franklin Delanor Roosevelt, fue descendiente de judíos sefardíes.

Marx, era descendiente de un linaje de rabinos y doctores, heredó toda la fuerza lógica de sus antepasados; fue un talmudista lúcido y claro, que no se veía bloqueado por las minucias simples de la práctica, un talmudista que hizo sociología; y aplicó sus cualidades nativas de exégeta a la crítica de la economía política. Estuvo animado de este viejo materialismo hebraico que sueña perpetuamente con un paraiso realizado sobre la tierra y lleva siempre la lejana y problemática esperanza de un edén tras la muerte; pero no fue solo un lógico, fue también un revolucionario, un agitador, un agrio polemista y tomó su don del sarcasmo y de la invectiva, allí donde Heine lo había tomado: en las fuentes judías"
El apellido Marx no es el verdadero, originariamente tendría que apellidarse Hirschel como su padre, o Mardochai como su abuelo, Marx descendía tanto de parte del padre como de la madre de viejas generaciones de rabinos, Nació en Tréverís (a orillas del Mosela) en el año 1818,

Marx fue el inspirador del mitin obrero celebrado en Londres en 1864, y en el consejo general solo se encuentra a Karl Marx, secretario para Alemania y Rusia y a James Cogen, secretario para Dinamarca. Muchos judíos afiliados a la Internacional jugaron más tarde un papel durante la Comuna, donde encontraron a otros correligionarios : Neumayer, Fribpourg, Loeb, Haltmayer, Armand Levi, Frankel, otro Cohen, Ph. Coenen.
Es interesante señalar que la "revolución proletaria" comunera respetó escrupulosamente las propiedades judías; ni una sola de las 450 casas de los Rothschild fueron incendiadas.
En cuanto a la organización del partido socialista, los judíos contribuyeron directamente. Marx y Lassalle en Alemania, Aarón Liberman y Adler en Austria, Dobrojanu Gherea en Rumania, Gompers, Kahn y Lion en EE.UU. fueron los directores o iniciadores. Los judíos rusos deben ocupar un lugar aparte en este breve resumen. Los jóvenes estudiantes, apenas evadidos del ghetto, participaron en la agitación nihilista; algunos entre ellos varias mujeres sacrificaron su vida a la causa emancipadora, y junto a estos médicos y abogados israelitas, es preciso situar a la masa considerable de refugiados artesanos que fundaron en Londres y Nueva York importantes aglomeraciones obreras, centro de propaganda socialista e incluso comunista, anarquista (...). En general, los judíos, incluso revolucionarios, han mantenido el espíritu judíos y si bien han abandonado toda religión y toda fe, no han sufrido menos, atávica y educativamente, la influencia moral judía (...).
Vladimir Ilich Ilianov, Lenin - Su padre era un tártaro-mongol de apellido Ulianov y su madre era una judía de Lituania apedillada Blank.

Nombraron a José Stalin originalmente José David Djugashvili (que se traduce a "hijo de un judío"). Tres de las mujeres con las que se casó eran judías.
Judíos eran Trotsky (verdadero nombre: Bronstein), Kamenec (Rosenfeld), Litvinov (Filkenstein), Radex (Sobelson), Steklov (Nachamkes), Martov (Zederbaum), Goussiev (Drappkine), Soukhanov (Ghimmer) y decenas más.
Trotsky se casa con la hija de Giovotovsky, un socio de los banqueros Warburg.
Y del ateismo hebreo...
Un escritor francés, Henri Guilbeaux, que fue amigo de Lenin y compartió sus ideas, escribió en un libro titulado, nada menos, Lenin no era comunista (Lénine n’etait pas communiste) que la revolución de 1917 dirigó en su realización de la forma como había sido concebida por Lenin. Guillbeaux afirma que Lenin admitía haber sido un instrumento involuntario del judaismo internacional; "los judíos escribe Guilbeaux han podido explotar la obra y la inteligencia de Lenin contra su verdadera voluntad y su verdadero pensamiento" (cit. en G. DE ROSSI DELL’ARNO, L’Ebraismo contro l’Europa, Roma 1940, pág. 28). Esta conciencia tardía explicaría el atentado que el judío Kaplan cometió contra Lenin; y explicaría también su muerte, que parece haber sido preparada por el judaismo soviético, quizás por el mismo Trotsky. Sobre esto, ver las actas del proceso Rakovsky (Rakovsky organizó la "oposición de izquierda", es decir, la oposición judeo trotskysta contra Stalin), parcialmente publicados en Stalin, Trotsky y la alta finanza, "Quaderni del Veltro", Ferrara, 1974.
Sobre el "candor en relación a las fuerzas ocultas" manifestado por Lenin, ver, además, La guerre occulte, cit.; cáp. XVII

El padre de Dwight Eisenhower era un judío sueco y así fue identificado en el Anuario West Point de 1915.

VERDADES JUDÍAS INTERESANTES

Lillian Friedman se casó con Cruz Rivera. Nombraron a su bebé Geraldo Miguel Rivera (es cómico porque no suena judío). Según la Torah, cualquier persona nacida de una madre judía es judío, Geraldo Rivera es por lo tanto judío. Como lo fueron, entre otros, Fiorello Laguardia, Winston Churchill y Cary Grant, según explica a continuación:

El nombre de la madre de Fiorello Laguardia era Jacobson. Su padre no era judío. Laguardia habló siete idiomas - incluyendo hebreo e yiddish fluido.

El nombre de la madre de Winston Churchill era Jenny Jerome.

La madre de Cary Grant, Elsie, era judía. Su padre, Elias Leach, no lo era. El nombre original de Grant era Archibald Alexander Leach. (Robin Leach fue el primo hermano).

La madre de Peter Sellers, Margaret Marks, era judía. Su padre, Bill Sellers, era protestante. El verdadero nombre de Peter Sellers es Richard Henry Sellers.

La madre de David Bowie es judía, su padre no lo es. Una tapa de sus discos trata sobre su ascendencia judía. Su verdadero nombre es David Stenton Haywood Jones.

La madre de Robert DeNiro es judía; su padre no lo es.

La madre de Shari Belafonte es judía. Su padre, Harry, tiene un abuelo judío.

El abuelo judío de Olivia Newton John fue un distinguido físico premio Nobel.

La madre de Harrison Ford es judía rusa, su padre es irlandés católico.
- El primer teatro usado sólo para mostrar películas fue construido por un judío, Adolf Zukor.
- La primera película con sonido de completa duración, The Jazz Singer, fue producido por el judío Samuel L. Goldwyn y Louis B. Mayer (MGM).
- Un judío (el Dr. Abraham Waksman) inventó el término antibióticos.
- Un judío polaco (Casimir Funk) fue pionero en un nuevo campo en la investigación de la salud, nos dio un nuevo término para nuestro léxico, las vitaminas, muy común en la actualidad.
- La primera operación exitosa del apéndice fue realizada por el cirujano judío, el Dr. Simon Baruch.
- El hombre, el Dr. Abraham Jacobi, llamado el padre americano de la pediatría era un judío.
- Hasta que llegó el doctor judío, Siccary y demostró lo contrario, los americanos creían que el tomate era venenoso.
- Levi Strauss (inventor de los pantalones vaqueros azules, "Levi's") era un judío que creó el negocio más grande de ropa del mundo.
- En 1909, cuatro judíos estaban entre los 60 miembros de diversas etnias que firmaron la convocatoria a la acción nacional, que dio lugar a la creación del NAACP.
Einstein un judío que revolucionó la física.
Nikita Kruschev - Su verdadero nombre judío era Salomón Pearlmute.

Yuri Andropov - Su verdadero nombre judío era Aarón Liberman. Fué jefe de la siniestra KGB Soviética y fué quien dirigió la masacre de los patriotas anticomunistas húngaros alzados en armas contra la tiranía roja en Octubre de 1.956.

Mihail Gorbachev - Su verdadero nombre judío es Moshes Khan. Es yerno de Liberman - Andropov y colaboró con su sanguinario suegro en el genocidio de Hungría. Farsante, como todos los judíos, llevó a cabo, por órdenes del Kahal Secreto de Sión, la engañosa "Perestroika" para desarmar ideologicamente al Occidente Cristiano y "reciclar" al Comunismo Internacional bajo el astuto disfraz del Socialismo Fabiano dentro de la órbita del "Nuevo Orden Mundial".
- Un judío, Emile Berliner, es el hombre que desarrolló el moderno fonógrafo. Mientras que Thomas Edison trabajaba en un tipo de fonógrafo que utilizaba un cilindro como un record, Berliner inventó una máquina para escuchar un disco. La máquina que él patentó fue llamada el gramófono y la famosa RCA marca registrada es una foto de un perro que escucha de "la voz su amo" en el dispositivo de Berliner. El gramófono era superior a la máquina de Edison. En resumen, Emile Berliner hizo posible la industria moderna de los discos. Su compañía fue adquirida después por Victor Talking Machine, actualmente conocida como RCA.
- Louis B. Mayer (MGM) creó la idea para el Oscar.

- Los judíos europeos son los padres fundadores de todo los estudios de Hollywood.

- Navidad Blanca, la canción más popular de esta festividad, fue escrita por un judío. (Irving Berlín).
- De los 660 premios Nobel a partir de 1901-1990, 160 han sido ganados por judíos. En total, los judíos han ganado más premios Nobel que cualquier otra descendencia étnica. Ganaron 40 veces más de lo esperado, si uno se basa en su escasa población.
- Un judío (Dr. Jonas Salk) fue el creador de la primera vacuna de la poliomielitis.
- Los judíos (Hayam Solomon y Isaac Moses) son responsables de crear las primeras instituciones de actividades bancarias modernas.
- Los judíos también crearon los primeros grandes locales del siglo XIX Altmans, Gimbels, Kaufmanns, Lazaruses, Magnins, Mays, Strausses se convirtieron en líderes de los grandes mercados. Julio Rosenwald revolucionó la manera en que los americanos hacían sus compras mejorando el pedido por correo del shopping Sear´s Roebuck. Hart, Schaffner, Marx, Kuppenheimer y Levi Strauss se convirtieron famosas marcas de la ropa para hombres. (No nos olvidemos de EJ Korvets y su marca Ocho Veteranos judíos de la guerra coreana).
- El judío Marc Chagall (Nacido en Segal, Rusia) es uno de más prolíficos pintores del siglo XX.
- Los financistas judíos ingleses tales como Isaac Goldsmid, Nathan Rothschild, David Salomons y Moses Montefiore, ayudaron a que Inglaterra se convierte en un imperio gracias a sus fortunas.
- En Detroit 1918, un judío Max Goldberg abrió "la primera" cochera comercial.
- En 1910, el judío Louis Blaustein y su hijo abrieron "la primera" estación de gas, fundaron AMOCO y se convirtieron en una de las familias más ricas en el mundo de la industria.
- Un judío (el Dr. Albert Sabin) desarrolló la primera "vacuna oral de la poliomielitis."
- Un judío (Steven Spielberg) es el cineasta más exitoso desde la creación de las películas.
- Las frases del poema famoso de Emma Lazarus (poeta judía), "give me your tired, your poor, your huddled masses," aparecen inscriptas en Estatua de la libertad.
- Harry Houdini (Weiss) es el padre de la magia y la ilusión.
- El judío, Sigmund Freud es el padre de la psiquiatría.
- Abraham, judío, es el padre de las tres principales religiones del mundo Judaísmo, cristianismo e Islam. Es el ancestro de los hebreos y árabes.
Jesús, judío, considerado el hijo de Dios es adorado por billones de personas en todo el mundo.

- Los judíos fueron los cerebros detrás de la primera Confederación de EE.UU.. El Comandante Adolph Proskauer condujo la unidad en Gettysburg.
- Judah P. Benjamin (judío) ocupó cuatro cargos en confederación del gabinete Procurador General de la República, del 25 de febrero al 17 de septiembre de 1861; Secretaria de la guerra, del septiembre 17, 1861, al 18 de marzo de 1862; secretaria de la guerra, del 18 al 23 de marzo de 1862; Secretaria de Estado, del 18 de marzo de 1862, hasta que el fin de la guerra y fue llamado "el cerebro de la confederación."
- El rabino Michel Bacher fue confidente y consejero espiritual al general Roberto E. Lee

- George y Ira Gershwin e Irving Berlín, todos judíos, son tres de los compositores más prolíficos del siglo XX.
- Isadore y Nathan Straus, judíos de "Abraham y Straus," se convirtieron en los únicos dueños de Macy en 1896, el shopping más grande del mundo.
- El Dr. Paul "bala mágica" Ehrlich, médico judío, ganó el Premio Nobel en 1908, por descubrir la cura del sífilis.
- Armand Hammer (judío), médico y hombre de negocios generó el comercio más grande entre los EE.UU. y Rusia.
- Louis Santanel, financiero judío, proporcionó los fondos para el viaje de Colón a América.
- Sherry Lansing de Paramount Pictures, judío, fue la primera mujer presidente de un estudio importante de Hollywood.
- Flo Zigfield (judío) de las "locuras de Zigfield," es el creador de la burlesca americano.
Fidel Castro Ruz - Su verdadero apellido judío materno es Ruth. Su madre era una judía sefardita que llegó a Cuba procedente de Estambul (Turquia).
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jueves, 14 de abril de 2011

Nazismo y Comunismo ¿sistemas rivales u objetivos comunes?


¿Cuántas veces, en nuestras universidades, oímos decir que el nazismo y el comunismo son sistemas opuestos?

Curiosamente, siempre que se dice esto, existe una simpatía - unas veces declarada, otras no - por el comunismo.

A los incautos les puede parecer que el nazi-fascismo y el socialismo son diametralmente opuestos en sus teorías, pues los defensores de la izquierda crean un mito que distancia infinitamente aquellas doctrinas, contrariando la irrefutable realidad de los datos que prueban la existencia de una estrechísima vinculación entre las mismas.

De entre las innumerables semejanzas que identifican al nazi-fascismo con el socialismo podemos destacar algunas, tales como el mismo origen ideológico, y por ende, ladoctrina atea, dialéctica, socialista y totalitaria de ambas.

A pesar del mito creado por los socialistas, no podemos dejar escapar a nuestro entendimiento que los ideólogos del fascismo, del mismo modo que Marx, remontaron a Hegel la elaboración de su teoría, adoptando la dialéctica extraída de aquel pensador.

En efecto, no sería exagerado afirmar que el nazi-fascismo y el socialismo tienen a la dialéctica relativista de Hegel como génesis y fulcro. Hegel, por su parte, adoptó todas las proposiciones de Heráclito [540 a 480 A.C.], famoso defensor de la tesis de que la realidad plena e inmutable no existe.

Tal concepción destruye todas las nociones de verdad; nada subsiste de absoluto ni de definitivo, y menos de sagrado.

Existe otra semejanza: el nazi-fascismo y el socialismo siguen una doctrina dialéctica y atea.

Marx, de la misma manera que Mussolini, vislumbraba la "perecible" realidad histórica como una síntesis resultante de una antítesis que se contraponía a una tesis. Para ellos la dialéctica se constituía en un instrumento de transformación de lo real. Por eso afirmaba Mussolini que la lucha es el origen de todas las cosas y Marx decía que la lucha de clases era una ley histórica.

Otra interesante semejanza entre los sistemas que estamos tratando es que ambos son defensores del socialismo y aspiran a establecer un Estado totalitario. En ese sentido ya se orientaba la obra nazi ''Der Nationalsocialismus'' con la siguiente afirmación: ''nosotros somos socialistas y enemigos mortales del actual sistema económico capitalista''.

No podemos olvidar el hecho de que el nombre del partido nazi, traducido del alemán, era Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes. Goebbels en ''Kampf Um Berlim'' ya afirmaba: el movimiento nacional socialista [nazista] tiene un solo maestro, el marxismo.

También Lenin en ''El Estado y la Revolución'' definía: "la dictadura del proletariado es la dominación no restringida por la ley y basada en la fuerza".

Finalmente, después de un rápido análisis del nazi-fascismo y del socialismo, nos restan algunas indagaciones: ¿será que hay una substancial diferencia entre los sistemas citados o será que aquel tan procurado punto de divergencia no pasa de un envoltorio ilusorio creado por los espíritus revolucionarios e izquierdistas de las varias épocas?

¿A quien beneficia la existencia de esta distancia entre uno y otro?

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jueves, 7 de abril de 2011

Grigori Perelmán el matemático. Una vida simple


Os voy a contar ahora la fabulosa historia de Grigori "Grisha" Yákovlevich Perelmán sin duda alguna el mas genial matemático de nuestro tiempo (extraigo la mayor parte de los datos de nuestra amiga Wiki). Nació el 13 de junio de 1966 en Leningrado, URSS (ahora San Petersburgo, Rusia), ha hecho históricas contribuciones a la geometría riemanniana y a la topología geométrica. En particular, ha demostrado la conjetura de geometrización de Thurston, con lo que se ha logrado resolver, afirmativamente, la famosa conjetura de Poincaré, propuesta en 1904 y considerada uno de los problemas abiertos más importantes y difíciles en matemáticas.

Se trata de un problema fundamental tanto en matemáticas como en física, dado que busca la comprensión de la forma que pueda tener el universo. El problema trata de la geometría de los espacios multidimensionales y resulta clave para la topología.


En un esfera-2 ordinaria, cualquier lazo se puede apretar continuamente a un punto en la superficie. ¿Esta condición caracteriza la esfera-2? La respuesta es sí, y ha sido conocida por mucho tiempo. La conjetura de Poincaré hace la misma pregunta, la más difícil de visualizar: esfera-3. Grigori Perelmán probó eso de nuevo, la respuesta es afirmativa.

En agosto de 2006 se le otorgó a Perelmán la Medalla Fields por "sus contribuciones a la geometría y sus ideas revolucionarias en la estructura analítica y geométrica del flujo de Ricci". La Medalla Fields es considerada el mayor honor que puede recibir un matemático, es como un Nobel salvo que se otorga cada cuatro años! Sin embargo, él declino tanto el premio como asistir al Congreso Internacional de Matemáticos. Sir John Ball, presidente de la Unión Matemática Internacional, se dirigió a Perelmán en San Petersburgo en junio de 2006 para persuadirlo de que aceptara el premio. Luego de 10 horas de persuasión durante dos días, se rindió. Dos semanas más tarde, Perelmán resumió la conversación así: "Él me propuso tres alternativas: acepta y ven; acepta y no vengas, y te enviaremos la medalla luego; tercero, no aceptes ni vengas. Desde el principio le dije que había escogido la tercera." Siguió diciendo que el premio "era completamente irrelevante para mí. Todo el mundo entiende que, si la demostración es correcta, entonces no se necesita ningún otro reconocimiento".

El 18 de marzo de 2010, el Instituto de Matemáticas Clay anunció que Perelmán cumplió con los criterios para recibir el primer premio de los problemas del milenio de un millón de dolares, por la resolución de la conjetura de Poincaré. Luego de rechazar dicho premio, declaró:
“No quiero estar en exposición como un animal en el zoológico. No soy un héroe de las matemáticas. Ni siquiera soy tan exitoso. Por eso no quiero que todo el mundo me esté mirando.”
Desde la primavera de 2003, Perelmán no trabaja en el Instituto Steklov. Se dice que sus amigos han afirmado que actualmente encuentra las matemáticas un tema doloroso de discusión; algunos dicen incluso que ha abandonado las matemáticas por completo. Según una entrevista reciente, Perelmán está actualmente desempleado, vive con su madre en San Petersburgo. Se dice también que en realidad no está decepcionado de las matemáticas, sino más bien inmerso en la idea galileana de que "El humilde razonamiento de uno vale más que la autoridad de miles"; así pues, ha preferido aislarse, seguir estudiando y no someterse a autoridades arbitrarias no matemáticas.
Realmente curioso este genio que el mismo John Nash (el de verdad) define como "poco convencional". ¿Es unicamente la codicia el motor de la humanidad o quizá algo mas...? Ninguno de los grandes hombres de ciencias o mentes privilegiadas de este mundo os dirá que lo que hace lo hace por dinero, y sin embargo sin investigación básica (fundamental) no habría investigación aplicada que tanta riqueza genera.